COLECTIVA: "ESPEJISMOS"

29 de Mayo al 25 de Junio 2013

El uso que el ser humano ha hecho del papel lo ha convertido en un elemento estrechamente ligado a su historia. Desde poco después de su aparición se convirtió en prueba y testigo de osadías, secretos inconfesables, innombrables perversiones, portador de noticias y en el soporte de nuestra historia. El papel contiene una poesía esencial e intrínseca, que se rinde a merced del ejecutor y guarda una estrecha relación con la génesis, el origen, el comienzo: el papel es una posibilidad de invención, de cambio, de materializar el pensamiento, de proyectar una utopía.

Fuera del sentido literario tradicional, los artistas de esta muestra narran su historia con un lenguaje propio, elevando la planitud del papel a otras dimensiones más cercanas a lo escultórico y lo instalativo. El papel es la materia clave por la que se filtra la mirada para poner en contacto al objeto con la creación mental y así hallar y descifrar la intención artística, que se nos revela como un espejismo. Este espejismo es tan frágil como la materia de las propias obras, cualquier elemento externo que se interponga entre ésta y nuestra percepción modifica su comprensión, y por tanto el espejismo es otro, la idea es otra, la obra muta. La naturaleza efímera y de volatilidad del propio material alude al concepto de transcurso del tiempo, del paso de la historia a la que pertenecemos y a la relativa perdurabilidad de nuestra existencia, así como de nuestras ideas y sentimientos.

Aunque en la era digital el uso del papel parece haber pasado más a un segundo plano, indiscutiblemente la esencia del artista concibe mejor su intención experimentando el contacto físico con este, de ahí que cada pieza en esta muestra trabaje bajo un sentido íntimo y subjetivo. Dentro del juego perceptivo desarrolla su trabajo Roberto Coromina, con sus anamorfosis, en las que hace un claro homenaje a la historia del arte a la vez que realiza un cuestionamiento de la imagen, explorando la pintura hasta sus límites. Del mismo modo, los entramados de papel japonés pigmentado de Javier León originan formas con autonomía orgánica, que se desarrollan de manera natural y espontánea. El papel se eleva en volumetría y consigue una textura de “duna”, las formas de la naturaleza encuentran aquí una significativa analogía, un nexo entre lo natural y artificial donde la mente se deja seducir entre estas configuraciones llegando a transformar la obra en cada mirada. Con el mismo trato de minuciosidad lleva a cabo su obra Paz Pérez Ramos, creando diseños cargados de lirismo donde el gesto queda patente en los recortes realizados a mano de cada uno de los elementos que se reiteran, dotando a cada fragmento de identidad propia.

Reinventando el uso más propiamente tradicional del papel es como lleva a cabo su trabajo Javier Pividal, quien muestra la repetición de unas palabras que el artista reinterpreta, dejando de ellas sólo su huella. El cuerpo emisor está ausente pero permanece el rastro de aquellas emociones que una vez surgieron, y que ahora encuentran su eco en el vacío, quedando manifestadas en su obra por el juego cromático de la sombra que desprenden las grafías.

Mientras, Elena García Jiménez hace honor a la delicada naturaleza del papel construyendo un entramado con las hojas de un viejo diccionario alemán de términos políticos, del que parte con la definición de Kunst (arte) originando una geografía personal y cuya obra final pasa de ser libro de producción industrial a una obra puramente artesanal. María García Ibáñez analiza las cuestiones de la identidad a través de la elaboración de tramas creadas por el recorte del papel a láser, dando lugar a espacios que aluden al cobijo, al ambiente donde nos desenvolvemos como reflexión de la migración física y psicológica y de la fugacidad de la existencia. Martin Vitaliti hace una reinterpretación del cómic y muestra lo que denomina la geografía del tiempo, la progresión de las cosas a través del transcurso del mismo, mapas de historias donde los personajes se hallan desubicados en medio de espacios vacíos anhelando la presencia del otro; sus historias les han sido arrebatadas, su contexto ha desaparecido, por lo que Vitaliti origina una estimulación en la imaginación del espectador, quien concluye la historia. Y finalmente, Nuno Henrique concibe su trabajo desde el estudio de especies botánicas, elaborando el papel bajo un proceso artesanal para establecer una relación con el casi desaparecido bosque de la isla de Madeira, su tierra natal. El artista, que desarrolla su trabajo entre el dibujo y lo escultórico, reflexiona así sobre el pasado y pone de manifiesto la nostalgia que deriva de la destrucción que sufren los bosques de la isla desde la neo-colonización, presentando la canoa como alusión a la isla y a los desaparecidos árboles con los que eran elaborados.

El recorrido por estos artistas y sus obras nos desvela cómo en ocasiones, al dar con un objeto detonante, llegamos a ser capaces de dilucidar las características de nuestra naturaleza humana, y es entonces cuando nos percatamos de nuestra individualidad, del aquí y ahora, del espejismo que somos para quienes nos rodean. Un objeto que nos haga conscientes de historias ajenas que se enlazan con la nuestra y terminan formando parte de ella, igual de efímeras y frágiles como todas y cada una de las que nos envuelven hoy, en este momento, en este espacio.


Maria Arregui

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PIEZAS DE LA EXPOSICIÓN

VER ARTISTAS Y FICHA TECNICA DE LAS OBRAS-->

// Nuno Henrique. 2011 // Paz Pérez Ramos. 2008 // Javier Pividal. 2013 // Javier Pividal. 2013 // Elena García Jiménez. 2010 // Roberto Coromina. 2003-2013 // María García Ibáñez. 2013 // María García Ibáñez. 2013 // Martin Vitaliti. 2013  // Martin Vitaliti. 2012 // Javier León. 2013 // Javier León. 2013