Joaquín Cociña: FANTASMAS

11 de Mayo al 16 de Junio 2012

Joaquín Cociña nació en Concepción, Chile, en 1980. Es artista Visual y Cineasta. Actualmente reside y trabaja en Amsterdam. Licenciado en Artes Visuales por la Universidad Católica de Chile y Master en Crítica Literaria en la Universidad de Chile. Ha participado en residencias artísticas en Holanda y Francia. Su trabajo ha sido exhibido en Museos como el GUGGENHEIM Museum de Nueva York y Bienales como MERCOSUL en Brasil o Beijing Biennale 2009 en China. Premiado en Festivales de cine y animación en Austria, Croacia, Alemania, España, Chile, EEUU, Francia, Finlandia, Holanda o Bélgica. Actualmente, realiza su trabajo de manera independiente y también como dúo con el artista Cristóbal León bajo el nombre “Cristóbal León & Joaquin Cociña”. Es co-director de la productora Diluvio (Santiago, Chile) y en este momento, junto a Cristóbal León, se encuentra produciendo su primer largometraje, llamado “La Casa Lobo”.

Ahora y de manera idependiente, muestra en AJG Contemporary Art Gallery su primera exposición individual en España titulada FANTASMAS.

Joaquín Cociña basa su labor artística en la consecución de imágenes representativas que obtienen valor al ser miradas en vivo, en un intento de realizar imágenes que parezcan dañadas, mal interpretadas, levemente deformes, pero siempre bajo una "sensación de realidad" que se acerca al realismo, y en palabras del arista... se desvía antes de llegar, hacia el romanticismo. Sus obras dibujadas alcanzan cierto parecido fotográfico, maltratado, arañado y desgastado.

Para la ocasión, ha realizado una exposición de dibujos inéditos compuesta por dos series. La primera, llamada “Fantasmas: casos”, compuesta por un grupo de dibujos de gran formato (rostros), realizados a carbón sobre papel. La segunda serie toma el nombre de “Fantasmas: cosas” y consta de una serie de dibujos a carbón y tiza en pequeño formato que representan una selección de objetos y cosas.


Sevilla, Mayo 2012

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FANTASMAS

Dibujo, ¿Por qué?
La respuesta está en otras preguntas. Esas preguntas fueron desde el comienzo sobre la pintura. Yo quería ser artista y eso significaba ser pintor.¿cómo dedicarse a las artes representativas sin ser un pintor? ¿Cómo ser un pintor si uno ha aprendido a pintar mirando reproducciones de libros o proyecciones en una clase? ¿Cómo abordar la pintura sin pintar? ¿Cómo pintar si creo que la pintura es arqueología de una técnica más bien muerta? ¿Cómo hablar de algo sin decirlo?... Entonces apareció el dibujo.
Mis dibujos son en general figurativos, pero no creo que representen lo primero que se ve (caras, objetos) sino mas bien son reproducciones de reproducciones de cuadros que quedaron olvidados en la historia del arte. Como si tomara pedazos de cuadros inexistentes, los ampliara y aislara para darles valor. Imagino un rostro de un súbdito en un cuadro francés de segunda, luego imagino ese fragmento ampliado en un libro en blanco y negro. Mas tarde imagino que escaneo ese libro y lo imprimo muy grande, lo enmarco de dorado, le pongo un vidrio y prendo unas cuantas velas. Bueno, en vez de todos esos pasos, lo que hago es dibujar algo que me de esa sensación. Pero ¿por qué? Pues por que creo que el acto de dibujar es un acto de conocer, de aprender.
Todos mis dibujos los realizo a mano alzada, buscando la imagen en el proceso, siempre abierto a que la obra me diga qué es lo que debo hacer. Dibujo por que mis preguntas sobre el dibujo y la pintura sólo me impulsan a tratar de resolver esas dudas en las obras y no en frases contundentes.
Pero acá va una frase que trata de ser contundente: Para mi el dibujo es una forma de ilustrar las huellas de un medio en desaparición o desaparecido: la pintura. No creo que sea posible hacer un retrato en dibujo o en pintura. Creo que lo que hago es convocar a muchas pinturas, dibujos, fotos, películas y personas que se aparecen a través de los dibujos como Fantasmas.

Joaquin Cociña. 2012

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CARBONCILLO EN MOVIMIENTO

En la tradición pictórica el carboncillo es un material que se utiliza para hacer bocetos que a medida que avanza la obra van desapareciendo, borrados o cubiertos por las capas de pintura. Comparado con el óleo y el acrílico, incluso la tinta o el grafito, parece de una modestia extrema: el carboncillo es el primero en llegar al papel o la tela pero es también el primero en desaparecer. Joaquín Cociña (1980) ha elegido este material de apariencia poco noble para su obra, que está muy lejos del boceto o la fase previa de una pintura. En los dibujos de Cociña no hay un ‘por venir’ sino una imagen plena. ¿Por qué el carboncillo? Observando sus trabajos, conversando con él, leyendo sus mensajes, mi respuesta es que Cociña eligió este material porque le era cómodo, se ajustó desde el principio a su mano, pero también porque tomó conciencia, muy rápido, de su condición de artista latinoamericano.

Me decía hace poco en un email: Como sabes, los artistas en Chile somos educados con imágenes proyectadas, con cosas de segunda mano. Todos queríamos hacer obras Buenas, bien hechas (los hombres sobre todo), Todos imaginábamos los cuadros europeos antiguos e incluso cosas como Francis Bacon con una suerte de misterio pictórico infinito.

Imagen proyectada, cosa de segunda mano, imaginación de los originales antiguos, son marcas que determinan lo que entiendo por condición latinoamericana. Ante esta situación los mejores artistas chilenos de fines del siglo XX iniciaron un proceso de reflexión sobre las posibilidades del arte justamente como cosa de segunda mano. Cociña se formó en una escena de artes visuales sólida, con artistas como Eugenio Dittborn y críticos como Justo Pastor Mellado o Nelly Richard, que desde la década de los ochenta, en plena dictadura pinochetista, venían dando forma a una tradición del arte chileno como arte de periferia sin complejos.

La cosa es: cuando empecé a dibujar estas caras enormes (incluso antes) tenía en la cabeza algo todo el tiempo: Sabía que ser un dibujante o pintor latinoamericano (o educado en…) implicaba un cierto fracaso.

El fracaso como parte implicada o implícita en la profesión es algo que todo artista conoce, pero aquí creo que se trata de una estrategia de largo alcance: Cociña sabe – lo aprendió en los talleres de la Universidad Católica – que la deriva del fracaso puede ser reorientada con materiales ‘de segunda’ o baratos, como el carboncillo.

Advierto que esta analogía entre materias de bajo costo y arte de la periferia puede convertirse en una trampa discursiva. Parece cómodo decir: utiliza materiales baratos, ergo es un artista latinoamericano. Cómodo y falso, porque para Cociña lo que llamo conciencia de su condición latinoamericana es un punto de partida, un dato casi genético: lo que importa es el rendimiento que le saca al carboncillo.

Caras grandes

Mis dibujos de caras grandes al comienzo parecen estar detrás de algo, o ser ampliaciones modificadas de fotos de pinturas. [...] yo imaginaba que eran pedazos de cuadros europeos, detalles de personajes del fondo, que yo amplío y trato de darles una gran importancia.

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Ricardo Cuadros. 2012
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RICARDO CUADROS, CHILE.

Doctor en literatura por la Universidad de Utrecht, Holanda.
Ha enseñado en universidades chilenas y holandesas.
Traductor del holandés y el inglés. Colabora en la prensa electrónica con artículos sobre política mundial (www.informarn.nl) y ensayos sobre literatura (www.critica.cl).
Autor de la novela Orientación de Celva (1994), del libro de relatos Constelación del Monte (1996) y los poemarios Poemas del hambre y su perro (1996), Laberinto como cordura (2003) y la novela El Fotógrafo Belga, 2006. En 2001 recibió la Beca de Investigación Prins Bernhard, en Holanda.

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PIEZAS DE LA EXPOSICIÓN

VER FICHA TECNICA DE LAS OBRAS-->

Carbón sobre papel 2012 / 220x150cm Carbón sobre papel 2012 220x150 cm /Carbón sobre papel 2012 220x150 cm Carbón sobre papel 2012 / 220x150cm Carbón sobre papel / 2012 220x19cm Dibujo a carbón y tiza / 42x29,7 cm  Tríptico - 2012 // C.u. 42x29,7cm Dibujos a carbón y tiza / 42x29,7cm Dibujos a carbón y tiza / 42x29,7cm Dibujos a carbón y tiza / 42x29,7cm